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Arboles muertos y mucha tinta

Revista Cthulhu nº 10

Revista Cthulhu nº 10

Autores: varios

Edita: Diábolo, Madrid, 2013-11-28

 

Vamos aclarando que con esta revista tengo conflicto de intereses. Es que una historieta dibujada por Edu Molina y guión mío aparece en este número. Así que esta reseña tomenla con este dato por delante.

Una vez dicho esto, realmente es muy bueno volver a ver una revista de antología que venga perdurando en el tiempo como esta. Bien hecha, con un papel muy bonito, prolija edición. Me recordó en un punto la exquisita edición de la Taboo de Stephen Bissette (para mí es un elogio si haces revistas de terror). Puedo decir que, al menos nuestra historieta no desmerece nada como quedó publicada respecto al original.

Yendo a los contenidos, pasa lo que pasa en toda antología: hay cosas mejores y cosas peores. Vayamos al detalle.

Empezamos con la única historieta seriada de la revista, una adaptación de Herbert West, Reanimador, de H. P. Lovecraft escha íntegramente por Santipérez, un dibujante con un trazo que me recuerda al mejor Bernie Wrighston. Clásico, sólido, detallista, es un gran comienzo de la revista.

Otra adaptación, esta vez de la historia “Ellos” de Runyard Kipling por Yago, le sigue. Una típica “ghost story” de principios del siglo XX, de fantasmas amables y casas de campo británicas, dibujada con un estilo sintético y levemente “cartoony”

“l hombre que me apuñaló en Venecia” de Edgar Max es el típico enfrentamiento con el doble para resolver el pasado. Bien contado, bien dibujado.

“Eso” de Manuel Mota es una anécdota breve de sexo con Algo Que No Debería Existir (Y Menos Follar) que parece dibujada para una revista italiana tipo Sukia.

Sobre “La Cantante”, escrita por servidor y dibujada por Edu Molina no puedo opinar. Solo puedo decir que lo que hizo Edu con mi guión fue MEJORAR profundamente lo que había escrito. Y yo me encuentro profundamente satisfecho con su trabajo… Ahora por la historia en particular, evalúen uds.

“El hombre maldito” de Fátima Fernandez e Ismael Canales tiene un dibujo ahí nomás y una anécdota mínima que realmente no llega a mucho. Definitivamente, no me gustó.

“El sueño del señor Rodriguez” de Roc Espinet, por el contrario, es un hallazgo. Dibujado con un estilo que me recuerda mucho a Johan Sfar, la anécdota puede ser mínima pero está contada con una gracia maravillosa.

“Pasan cosas raras en Dunwich” de Alex Ogalla y Ernest Sala es un relato clásico del género, giro irónico incluído, efectivo y bien dibujado.

“La serpiente blanca” de Raulo Cáceres, es otro de los relatos maravillosos de este ejemplar. El uso de la leyenda de Medusa reconvertida en un relato de amor imposible en solo ocho páginas es brillante. Todo con el estilo barroco al que Raulo acostumbra a dibujar.

“como escribir una historia lovecraftiana2 es un desguace en dos páginas y en clave humorística de los relatos de don Eich Pi El. Graciosillo.

“Dagón” de Ariel Diaz es otra adaptación (y van…) de Lovecraft. ¿No es hora de declarar moratorias en las adaptaciones de sus relatos? Y tiene un dibujo expresionista muy lindo peor es una mala historieta. O sea es más un relato ilustrado, un conjunto de viñetas ordenadas por el resumen del relato. Nada de globos de texto, nada de personajes que reaccionen. Solo muchas viñetitas hiladas y soportados por una narración en bloques. Eso sí, lindas las viñetas, muy expresionistas ellas.

“Vidente” de Cabhur y Sirelion empieza generando confusión y jugando con los clisés de los relatos de terror, pero termina cerrando todo en una resolución que hace que todo sea un mecanismo de relojería.

“Niara y Menelik” de Damián Connelly y Gerardo Baró es otra de las joyas del número. NO desmerecería la historia en las páginas de la Creepy clásica, realmente.

“Girtando el silencio” de Bascoy tiene el problema de competir temáticamente con la historia de Raulo, lo que le hace perder en comparación. Es una anecdotita pequeña muy bien dibujada.

El relato “Perros perdidos” de José Tamparillas (que es un cuento, no un comic) pone dentro del género el ambiente urbano popular de las malas edificaciones urbanas y lo torna en un relato genuinamente desasosegante.

Finalmente Angel Rodríguez aporta con una página que es mas un chistecito que otra cosa.

El balance es promisorio. Ctulhu es una revista de antología que creo que vale la pena seguir si uno es fan del género del terror.

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